

En una capital tan moderna y cosmopolita como
Teherán, nos sorprende que en los transportes
públicos todavía haya
separación por sexo. Ésta es voluntaria en el caso del Metro y obligatoria en los autobuses urbanos.

El gran bazar del
Teherán es una auténtica ciudad con más de 10
kilómetros de estrechas callejuelas.


Nos hace gracia algunos escaparates, máxime cuando todas las mujeres tienen la
obligación de esconder el pelo debajo del velo.
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