
Pero la ciudad es
también lugar de
peregrinación para los musulmanes
shiítas (vertiente mayoritaria en
Irán) y por sus calles vemos devotos venidos por diferentes partes del mundo (vestimentas á
rabes, rasgos orientales, piel negra...)

Mientras a Aurora le incomodan las miradas curiosas o de
desaprobación por su vestimenta, yo aprovecho mis rasgos
físicos (parecidos a los locales) y rodeado de centenares de peregrinos,
mullahs y estudiantes del
Corán, acabo casi sin quererlo, dentro del complejo sagrado sólo acto para los fieles de Alá.
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